Vostok E9
El Vostok E9 nace como evolución directa del E7+, mejorando las prestaciones de su hermano de gama. De esta forma, mientras que el Vostok E7+ recibe una homologación equivalente a la de un ciclomotor de 49 cc de gasolina, este Vostok E9 pasa a tener una homologación L3e que coloca a este modelo a la altura de una moto de 125 cc. Aunque se queda por debajo de las prestaciones de este tipo de motos, su diseño compacto y minimalista hacen del E9 una buena solución para la movilidad urbana.
El corazón del scooter E9 lo compone un motor eléctrico con una potencia nominal de 3.500 vatios, cifra que puede ascender hasta lo 5.500 vatios de potencia pico. Cifras suficientes para que el Vostok E9 se mueva con agilidad por la ciudad. Acredita una velocidad máxima de 80 km/h, por lo que no es válida para moverse demasiado lejos de los núcleos urbanos. Algo que queda compensado por el hecho de que, según Vostok, el coste en ciclo urbano es de 0,8 euros por cada 100 kilómetros.
En esta última cifra entra en juego la batería de iones de litio que utiliza la marca para el E9. Se trata de una batería con 72 V y 50 Ah de capacidad de la marca BAK, lo que se traduce a su vez en una capacidad de 3,6 kWh. Aunque se trata de una batería extraíble, este modelo no está pensado para portar dos baterías como el E7+. Aun así, presume de una autonomía de hasta 120 kilómetros. El tiempo de carga en una toma rápida es de 3,5 horas.
En la parte ciclo bebe directamente del ciclomotor E7+ y comparte gran parte de su concepción y componentes. Esto se traduce en que el Vostok E9 presenta un chasis tubular de acero con basculante en aluminio, sistema de suspensión con horquilla hidráulica telescópica delantera y un sistema de monoamortiguador trasero. El conjunto lo completan unas ruedas con llantas de 12 pulgadas.
Con la idea de adaptarse al tráfico urbano, el E9 presume de un diseño único y minimalista con un claro trabajo aerodinámico. Funcionalidad y estilo para un Vostok E9 que se comercializa con tres acabados en colores blanco, rojo vivo y verde oscuro. En todos los colores de las molduras de plástico contrastan con los acabados negros del manillar y el asiento, diseñado en doble altura para poder acoger al conductor y a un pasajero.